Su órbita está situada entre Tierra-Marte y Júpiter. Tiene un perihelio de 1.21 UA y un afelio de 5.44 UA. El semieje mayor está situado a 3.33 UA. Tiene un período orbital de 6 años y 29 días. Tiene un diámetro de unos 3.6 km. Tiene una inclinación de 19.0º.
(5370) Taranis se descubrió en los meses posteriores al accidente de Chernobil, ocurrido en abril de 1986:
"Considerado, junto con el accidente nuclear de Fukushima I en Japón de 2011, como el más grave en la Escala Internacional de Accidentes Nucleares (nivel 7), constituye uno de los mayores desastres medioambientales de la historia.
Inmediatamente después del accidente, la mayor preocupación se centró en el yodo radiactivo, con un periodo de semidesintegración de ocho días. A fecha de 2011, las preocupaciones se centran en la contaminación del suelo con estroncio-90 y cesio-137, con periodos de semidesintegración de unos 30 años. Los niveles más altos de cesio-137 se encuentran en las capas superficiales del suelo, donde son absorbidos por plantas, insectos y hongos, entrando en la cadena alimenticia." (Wikipedia: Accidente de Chernobil)
Mitología celta
Taranis era el dios del trueno ('Torann' en Irlanda y 'Taran' en la Galia), era especialmente adorado en el noroeste de la península Ibérica (Asturias). Sus símbolos son el rayo y la rueda.
"Un trazo yang se genera por debajo de dos trazos yin y asciende con poderío. Es un movimiento tan vehemente que provoca terror. Aquí sirve de imagen el trueno que irrumpe desde las entrañas de la tierra causando temor y temblor con su conmoción." (hexagrama nº51 del I-Ching)
Objetos materiales amenazantes
(5370) Taranis está relacionado con objetos materiales amenazantes, los cuales provocan intranquilidad, temor o terror.
Intensa fe incluso en circunstancias materiales adversas
Por otro lado, (5370) Taranis también es capaz de desarrollar una intensa fe, que no se apoya en ninguna circunstancia tangible del entorno, al igual que el salto de fe al final de la película "Dentro del laberinto" (1986).
"Si uno ha aprendido interiormente qué es el temor y el temblor, se siente seguro frente al espanto causado por influjos externos. Aun cuando el trueno se enfurece al punto de aterrar a través de cien kilometros a la redonda, permanece uno interiormente tan sereno y devoto que no incurre en una interrupción del acto del sacrificio. Tan honda seriedad interior, que hace que todos los terrores externos reboten impotentes sobre ella, es la disposición espiritual que deben tener los gobernantes y los conductores de los individuos." (Dictamen del hexagrama nº 51 del I-Ching)