Ishtar
estaba asociada a la estrella de ocho puntas. Se solía representar de
pie y desnuda. En su aspecto de divinidad amorosa Isthar es la
protectora de las prostitutas y de las relaciones íntimas
extramaritales.
En
su juventud la diosa había amado a Tammuz, dios de la cosecha. Al
morir Tammuz, Ishtar descendió a los infiernos para arrancarle a su
hermana, la terrible Ereshkigal, el poder sobre la vida y la muerte.
Después de darle instrucciones a su sirviente Papsukal, de ir a
rescatarla si no regresaba, Ishtar descendió a Irkalla, el mundo
subterraneo. Comenzó valiente y desafiante, gritando al portero que
abriera la puerta antes de que la echase abajo. Pero, en cada una de
las siete puertas, se le iba despojando de una de sus prendas, y con
ellas, de su poder, hasta que llegó completamente desnuda e indefensa
ante Ereshkigal, que la mató y colgó su cuerpo en un clavo.
Papsukal pidió a los dioses que creasen un ser capaz de entrar en el
mundo de los muertos y resucitase a Ishtar con la comida y el agua de
la vida. Así es como Ishtar volvió a la vida, pero tenía que pagar el
precio: durante seis meses al año, Tammuz debía vivir en el mundo de
los muertos. Mientras él estaba allí, Isthar sufría su perdida.